Las estructuras sobreelevadas se utilizan cuando es necesario modificar el ángulo de inclinación o la orientación de los módulos respecto a la superficie base. Este tipo de montaje permite maximizar la captación solar en cubiertas planas o con poca pendiente, mejorando el rendimiento energético del sistema fotovoltaico.
Además, su diseño puede adaptarse a condiciones específicas del emplazamiento, como la carga de viento o nieve, y facilitar el mantenimiento mediante una mejor accesibilidad bajo los módulos.