En la actualidad, todos los paneles solares están fabricados a partir de células de silicio. Por fortuna para el abastecimiento de la energía solar, es uno de los materiales más abundantes en la corteza terrestre, siendo extraído de las minas.
La energía solar se abre camino en la sociedad, expandiéndose cada vez y permitiendo una gran eficiencia en el consumo de la energía eléctrica. Son cada vez más las personas que apuestan por el autoconsumo y por una independencia energética frente a los altos precios de la energía eléctrica.
Es por ello, que a muchas personas les surgen dudas comunes sobre cómo funciona la energía solar. ¿Conoces lo que son las células monocristalinas y las policristalinas? En función del proceso de transformación al que sometemos al silicio obtendremos una u otra célula, con la que podremos crear diferentes paneles solares.
En RDS te vamos a explicar las diferencias que hay entre estas células y cómo de ellas derivan distintos paneles solares. ¡Adelante!
Tabla de contenidos
ToggleLa tecnología monocristalina hace referencia a una forma concreta de fabricación de placas solares. Las células monocristalinas han sido elaboradas con silicio puro, obteniendo un material de color oscuro y profundo.
Como hemos mencionado, un panel solar se fabrica principalmente con silicio y está compuesto por varias celdas fotovoltaicas conectadas eléctricamente entre sí. Esta tecnología en concreto, solo está formada por celdas de un solo cristal.
La tecnología policristalina hace referencia a la utilizada en la fabricación de módulos de las placas solares. Su descubrimiento fue relativamente tardío, sobre los años 80 del siglo XX, aportando otro tipo de ventajas frente a las células monocristalinas.
Los paneles solares cristalinos destacan aparentemente por un color azulado, frente al color negro de los anteriores mencionados. De hecho, los cristales policristalinos se pueden divisar entre la composición de la superficie, obteniendo un color agradable.
La gran diferencia que podemos destacar entre los paneles solares monocristalinos y los policristalinos es la pureza del silicio. En el caso de los últimos, el silicio es tratado mediante una fundición y se vierten en moldes donde se obtienen, finalmente, las celdas fotovoltaicas.
Una vez fundido, aparecen en él las características impurezas, derivando en una menor eficiencia. Por el contrario, en las celdas monocristalinas, el silencio no se funde, sino que es cortado a partir de láminas, ofreciendo una eficiencia y pureza mayor.
No podemos afirmar categóricamente que un panel solar es mejor que el otro, pues depende de distintas zonas geográficas en las que se sitúe la vivienda o la empresa en la que se instalen los paneles. También influyen otros conceptos en la diferencia de ambas, como la eficiencia y el clima.
Es cuestión de valorar tu situación, tus necesidades, la zona geográfica en la que te encuentres, la capacidad de abastecimiento que requieras y las distintas características de ambos paneles para llegar a una conclusión.
La opción de las placas solares monocristalinas es aconsejable en aquellas zonas de clima frío, donde hay tormentas, lluvia, niebla o nieve. Bajo esta situación, las placas monocristalinas funcionan mejor.
Por el contrario, la instalación de las placas solares policristalinas se recomienda en las situaciones contrarias. En aquellos lugares geográficos donde se disfruta de un clima cálido, con una temperatura seca y calor.
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